Mitos, realidades y control de las avispas asesinas (Vespa mandarinia)

16.05.2020

Por: Cristian Hernan Garcia Bustamante - Ingeniero Agrónomo, Cartógrafo,  Apicultor

Desde su aparición en los Estados Unidos en el mes de agosto del 2019 en el estado de Washingtong y su proliferación hacia el estado de California en mayo del presente año, éste enemigo natural de las abejas domésticas, ha causado una gran alerta en el continente americano, debido a sus conocidos hábitos de alimentación los cuales incluyen la decapitación de abejas y por si fuera poco devorar las crías en estado larval, lo cual constituye su mayor botín.

La mal llamada avispa asesina o Vespa mandarinia Smith. se encuentra ampliamente distribuida en el oriente del continente asiático, donde es frecuente encontrarla en países como: China, India, Tailandia, Japón, Indonesia entre otros, pero su llegada al continente americano, pudo deberse a su alojamiento en contenedores de madera provenientes de estos países en embarcaciones de productos de exportación hacia los Estado Unidos.

Todo comienza cuando una avispa (Vespa mandarinia) macho se acerca a la colmena y marca la entrada de la misma con una feromona, la cual les indicará a las demás, el lugar donde pueden iniciar su ataque para alimentarse. Cuando las avispas detectan el olor, alrededor de 30 a 40 avispas se acercan intempestivamente a la colmena produciendo a su vez la reacción de las abejas, quienes salen furiosas a atender la emergencia; sin embargo, una abeja melífera (Apis mellifera) en promedio mide no más de 15 mm y una avispa asesina puede llegar a medir 3.5 a 7.5 cm, hecho que deja en primera instancia, en desventaja a las abejas melíferas (Fernández 2015). Se produce un ataque masivo de abejas para poder atender la emergencia, pero a una avispa le toma 1 minuto decapitar cerca de 30 abejas y su ataque defensivo resulta deficiente. Existen datos que revelan que un ataque de 30 avispas puede acabar con la vida de 30 mil abejas en cuestión de minutos. Terminada la primera tarea, las abejas quedan indefensas permitiendo el ingreso de las avispas al interior de la colmena donde extraen las larvas de crías de abejas las cuales destrozan para llevarlas a sus nidos y alimentarse por varios días, dejando débil la colmena ya que no habrá nacimiento de nuevas abejas y las abejas obreras están muertas debido al ataque, lo que lleva al deceso de la colmena entera y por consiguiente su extinción.

Sistemas de defensa de las abejas melíferas

Aunque el ataque de las avispas es un problema inminente en la apicultura, existe un parte de tranquilidad en cierto modo, ya que las abejas en algunos casos han desarrollado mecanismos de defensa ante el ataque de este tipo de enemigos. Recordemos que no es la primera vez que las abejas se ven amenazadas por insectos de la misma familia o del mismo orden, ya que es frecuente encontrar hormigas incluso dentro de las colmenas, alimentándose del producto del trabajado de las abejas y también de avispones gigantes que devoran a las abejas, incluso aves que también se alimentan de abejas.

En Japón, donde es frecuente el ataque de las avispas tales como: Vespa cabro, Vespa luctosa, Vespa tropica L, Vespa simillima, Vespa mandarinia y Vespa luctosa L. (siendo esta última la más letal de todas), se ha encontrado que las abejas nativas desarrollaron un mecanismo de defensa muy peculiar, que consiste en detectar, en primer lugar, a la avispa que realiza la marcación de la colmena. Las abejas dejan que la avispa ingrese a la colmena o panal para que realice su habitual inspección, cuando la avispa se encuentra en el interior, un número significativo de abejas se abalanza sobre la avispa y produciendo el movimiento de sus alas, aumentan la temperatura corporal a unos 48 ° Centígrados, causando la muerte de la avispa por asfixia, ya que las abejas resisten alrededor de 48 °C y las avispas solo pueden resistir hasta los 46 °C, mecanismo que resulta eficaz debido a que en la lucha por detener al intruso no se produce la feromona que marca la colmena, evitando así el eventual ataque.

Es importante recordar que como se mencionaba anteriormente, este mecanismo solo se produce en las abejas melíferas del Japón (Apis cerana) y que en un estudio realizado por la Universidad de Guelph en Vietnam,  se logró determinar que las abejas europeas (Apis mellifera) no poseían dicho mecanismo de defensa y del mismo modo, que éstas no producían ningún estímulo ante la aplicación de las feromonas en las entradas de las colmenas; es decir, que están más expuestas al ataque de avispas asesinas (Mcclenaghan 2018).

Del mismo modo, se ha detectado por los apicultores, que las razas de abejas africanizadas están más preparadas ante el ataque de avispas, ya que como lo mencionan algunos de ellos, "éstas detectan al intruso y atacan inmediatamente, permitiendo un estado de alerta temprana, lo cual impide un ataque sorpresivo y por ende una respuesta rápida y consistente ante un eventual ataque de avispas asesinas".

Letalidad en humanos de la picadura de avispas asesinas

Otro de los grandes problemas que acarrea la llegada de las avispas asesinas al continente americano, es la letalidad de la picadura en los humanos, ya que se ha dicho que la picadura de este insecto puede causar la muerte de una persona. Si bien es cierto que la picadura es altamente venenosa, es importante aclarar algunos aspectos que pueden ayudar a desmentir el hecho de que una sola picadura puede ser mortal.

Dentro de las avispas gigantes existen diversos estudios acerca de su letalidad; en vietnam y Japón existen reportes de decesos a causa de la picadura de este tipo de avispas, pero, ¿qué tan cierto es que una sola picadura de la avispa (Vespa mandarinia) puede causar la muerte?

La respuesta está en el estudio realizado por Jerzy Nadolski (2013) de la Facultad de Biología y Protección del Medio Ambiente, Museo de Historia Natural de la Universidad de Łódź en Polonia, quien determinó la dosis letal de 5 especies de avispas, incluida la Vespa mandarinia Smith, la cual demostró ser una de las menos letales, en comparación con su homóloga la Vespa luctosa L. la cual posee una dosis letal por kilogramo de peso de 1.6 mg en comparación con la Vespa mandarinia la cual es de 4.1 a 6.1 mg por kilogramo de peso; es decir que si la dosis letal para un kilogramo de peso es de 4.1 a 6.1 mg, tomando el mayor valor y al transpolar al peso promedio de una persona de 70 kg, se tendría que se requieren de 427 mg de veneno de avispa para causar la muerte de una persona normal y si a su vez, tenemos en cuenta que una avispa no imprime toda su capacidad de veneno en una picadura, se podría afirmar que se requieren de más de 70 picaduras para causar la muerte.

Sin embargo, en otros estudios realizados en Japón han demostrado que existen diferencias entre la edad de las personas a las que son picadas y el tiempo en que tardan en llegar a un centro hospitalario para ser atendidas por este tipo de picaduras, en especial la de la Vespa mandarinia (Yanagawa 2007). En este estudio se revisaron 15 casos de picaduras producidas a pobladores los cuales recibieron entre 1 y 100 picaduras. Seis de ellos fallecieron debido a que su edad se encontraba entre los 55 y los 80 años y padecían en su mayoría, problemas cardiacos, renales, alérgicos y respiratorios. Esta población recibió entre 17 y 100 picaduras siendo la persona de 55 años la que recibió mayor cantidad. La mayoría de personas recibió una cantidad superior a 30 picaduras. Por otro lado, se encontró que todas las personas que fallecieron eran de sexo masculino. Las 9 personas restantes sobrevivieron al veneno de la avispa recibiendo entre 3 y más de 50 picaduras, la persona más joven tenía 36 años de edad, de sexo masculino, resistió entre 30 y 40 picaduras, mientras que otra persona de 39 años de sexo femenino recibió más de 50 picaduras. Otras 7 personas tenían entre 62 y 80 años de edad y resistieron más de 30 picaduras de Vespa mandarinia.

Los datos que se mencionan anteriormente, desmienten el mito de que, una sola picadura puede causar la muerte en humanos, solo en el caso de que la persona sea alérgica al veneno, una sola picadura puede causar la muerte, ya sea de una avispa de estas o la de cualquier otro insecto que posea veneno. Es importante aclarar este hecho, ya que los apicultores han tenido inconvenientes al momento de instalar sus colmenas en fincas, debido a que éstas se sienten amenazadas y creen que la llegada de abejas melíferas, puede traer consigo la aparición de la avispa asesina, implicando un inminente riesgo para aquellos habitantes cercanos, impidiendo la actividad de la apicultura.

Alternativas para evitar la muerte de abejas por avispas asesinas

Como ya se ha mencionado, algunas razas de abejas poseen mecanismos propios de defensa ante este enemigo natural, pero también otras no poseen ninguno de ellos y es deber del apicultor controlar la llegada de este enemigo, por ello en este artículo destaco algunas medidas que se deben tomar ante la eventual llegada de avispas (Vespa mandarinia) a los apiarios en Colombia.

  1. En primer lugar, revise constantemente las colmenas y observe si en las piqueras se ha producido la decapitación de abejas. Revise bien el suelo bajo las colmenas para identificar cualquier mortandad de las mismas.
  2. Elimine el rastrojo o las malezas presentes en la entrada de las colmenas para poder identificar fácilmente cualquier mortandad.
  3. Selle completamente las colmenas y cambie aquellas cajas que se encuentren en mal estado o deterioradas para evitar la entrada de intrusos a la colmena; deje únicamente la entrada principal o piquera libre para entrada de abejas.
  4. Revise los cultivos aledaños al apiario para establecer si recientemente se han sembrado cultivos en donde se usen pesticidas con el fin de determinar si la causa de muerte es por envenenamiento.
  5. Imponga barreras naturales como pasto elefante alrededor de las colmenas para evitar el ingreso de animales y proteger las colmenas al tránsito de personas.
  6. Si encuentra abejas decapitadas en las piqueras o entradas de las colmenas, inmediatamente avise a la entidad más cercana (ICA, CAR etc) para que puedan dar un manejo rápido a la situación y evitar una propagación.
  7. Si detecta abejas decapitadas, inmediatamente ponga mecanismos de barrera en la piquera para evitar el ingreso de las avispas al interior de la colmena. Puede usar una rejilla similar a la excluidora que permita la salida y el ingreso de las abejas pero no de otro insecto con mayor tamaño.
  8. Limpie frecuentemente las piqueras con plantas aromáticas como yerba buena, albaca, limonaria, para eliminar la feromona que usa la avispa para marcar la colmena. Puede restregar las aromáticas en la piquera y alrededor de la colmena para que las avispas no identifiquen el olor de la feromona.
  9. Coloque trampas para insectos alrededor de la colmena. Puede usar una solución de agua-miel en concentraciones bajas en una botella plástica para identificar la avispa, ya que se puede tratar de otro enemigo como los pájaros.
  10. Realice inspecciones alrededor de la colmena para buscar los nidos de las avispas. Recuerde que estas hacen sus nidos en agujeros realizados por roedores o por serpientes. Busque en zonas áridas o en árboles en descomposición. Generalmente se encuentran en el suelo.
  11. Si identifica un nido de avispas, márquelo en una zona cercana, no se acerque demasiado. Avise a las autoridades para que realicen la debida eliminación del nido, esto con el fin de evitar accidentes.

Bibliografía

  1. Jerzy Nadolski (2013) Efectos del veneno crudo del avispón europeo ( Vespa crabro Linnaeus 1761) en su propia especie. Nadolski Journal of Venomous Animals and Toxins including Tropical Diseases. enlace: https://www.jvat.org/content/19/1/4  
  2. Johansson B , Eriksson A , Ornehult L . (19991) Muertes humanas causadas por avispas y picaduras de abejas en Suecia . Int J Legal Med.
  3. Konishi N , Suzuki K . (2002) Un caso de rabomilisis causada por picadura de avispa . Rinsho Derma (Tokio, en japonés).
  4. Mcclenaghan B. Schlaf M. Geddes M. Mazza J. Pitman G. McCallum K. Rawluk S. Hand K. Y Otis G. (2018) Respuestas conductuales de las abejas melíferas, Apis cerana y Apis mellifera , al marcado de Vespa mandarinia y feromonas de alarma. Revista de investigación apícola, Volumen 58, Numero 1.
  5. Severiano Fernández Gayubo & Juli Puja de Villar (2015). Orden hymenoptera. Departamento de Biología Animal. Facultad de Biologia, Universitad de Barcelona, Área de Zoología, Facultad de Biología, Universidad de Salamanca. Salamanca (España).
  6. Vetter RS , Visscher PK , Camazine S . (1999). Envenenamientos masivos por abejas y avispas . West J Med. (Japón)
  7. Yanagawa Y. Morita M. Sugiura T. & Okada Y. (2007) Cutaneous hemorrhage or necrosis findings after Vespacmandarinia (wasp) stings may predict the occurrence of multiple organ injury: A case report and review of literature, Clinical Toxicology. (Japón).
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